25-06-2007

Líderes Juveniles están preparados para Ley de Responsabilidad Penal Adolescente (LRPA)


No puedo decir que soy experto ni he leído lo suficiente para retar a nadie, pero creo que es importantísimo que los líderes juveniles y los pastores se pongan al día con respecto a esta nueva ley. Aquí hay un reportaje del Mercurio que nos da un poco más de información.


A lo mejor me dices, "Aaron pero mis jóvenes y adolescentes no son delincuentes." Puede ser que nunca has tenido que tratar con este problema. Sin embargo diría que deberíamos todos prepararnos y estar ahí listos para servir a estos jóvenes que van a vivir otra realidad en nuestro país. ¿Más encima, quien dijo que NO son nuestro jóvenes? En ese reportaje del Mercurio, dice que hay tres claves de la nueva ley. Quiero destactarlas y dar un sugerencia de cómo podemos ayudar en esta campaña.

1. Dice "será aplicado a todas las personas mayores de 14 y menores de 18 años de edad." ¡¡¡Estos son nuestro jóvenes!!! Conocemos a ellos y como funcionan. Es nuestro llamado y nadie puede servirles a ellos mejor que nosotros.

2. Dice, "el adolescente es un sujeto al que se le puede exigir una responsabilidad especial, adecuada a su carácter de sujeto en desarrollo." Yo creo cuando hablamos de nuestras metas principales del ministerio juvenil, tenemos que mencionar como primero, guiar a los jóvenes a una madurez en Cristo. Una persona madura es una persona responsable de sus acciones. Como iglesia y como líderes juveniles tenemos que ayudar a los jóvenes a que sean responsables y que aceptan responsabilidad por sus decisiones.

3. Dice "el fin de las sanciones que se apliquen a los adolescentes será su rehabilitación y reinserción social. La ley nunca va a mostrar gracia, sólo justicia. Sin embargo como iglesia, podemos estar presente en ese proceso de rehabilitación y reinserción social, mostrando gracia. Podemos amar a ellos sin reservación y abrir nuestras puertas a cualquier persona.

En Mateo 25:36, Jesús nos dice que visitar a los que están en la cárcel es una forma de amarlo a Él. Creo que debemos dejar un poco del tiempo de preparar juegos, retiros o lecciones bíblicos y andar a visitar a nuestros jóvenes en la carcel. Ellos también nos necesitan.

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